En España, la financiación de las pymes está atendida mayoritariamente por las entidades financieras (80%-90%), siendo esta un elemento clave en el desarrollo económico de todos sus territorios. Las empresas constituyen el soporte fundamental de la sociedad del bienestar. Su contribución al erario público, a través del sistema impositivo, representa el grueso de los recursos públicos. Los gobiernos que fomentan y apoyan el desarrollo empresarial son los que verdaderamente apuestan por el futuro. El indicador es medible y sencillo: el esfuerzo presupuestario en estas políticas. También, como no podría ser de otra manera, los aportes presupuestarios destinados a las infraestructuras son vitales para el adecuado desenvolvimiento de la actividad económica.
Para las pymes, una dotación de capital físico insuficiente representa una rémora en el desarrollo de la actividad empresarial y sobrecoste en la fabricación de bienes y prestación de servicios. Asimismo, la asimetría en equipamientos económicos y los recursos presupuestarios destinados al impulso de las pymes de las comunidades autónomas desnivelan la capacidad de competir. Sin profundizar en otros ámbitos educativos y sociales, que se interrelacionan e inciden sobre la actividad económica y su desarrollo, como sin duda, también la disponibilidad de recursos naturales; desbordarían, tanto unas como otros, por extensión, las pretensiones de este artículo.
Volviendo a las afirmaciones iniciales, la financiación en España se encuentra altamente ‘bancarizada’. Como decíamos al principio, más del 80% de las empresas recurren a las entidades financieras. El porcentaje se eleva claramente por encima del 90% en pymes y, si excluimos a las empresas que cotizan en bolsa, nos encontraríamos en porcentajes superiores al 98%. Claro está, midiendo la financiación otorgada en términos de volumen.
La financiación alternativa, aunque en proceso de crecimiento, representa cifras modestas en Europa y en mayor medida en España, en contraste con la que se registra en el mundo anglosajón, concretamente en Gran Bretaña y Estados Unidos, donde su contribución alcanza cifras entorno al 70%. Los fondos de deuda, plataformas ‘fintech’, capital riesgo y mercado alternativo bursátil (MAB) constituyen alternativas en proceso de crecimiento, pero hoy por hoy no están en condiciones de atender la demanda de financiación de las pymes, y no digamos ya la demandada por micro-empresas, autónomos y emprendedores.
Las sociedades de garantía recíproca (SGR) constituyen una herramienta contrastada, fiable y segura de acceso a la financiación a empresas de menor dimensión en un sistema altamente bancarizado. Las condiciones de acceso al crédito a través de las sociedades de garantía se ajustan a las necesidades de pymes, emprendedores y autónomos en volumen, coste y plazo. Siendo, además, asesores financieros fiables, orientando a las empresas a seleccionar planteamientos más adecuados a sus necesidades de negocio. Las SGR son una herramienta útil en el sistema financiero, reguladas y supervisadas por el Banco de España, sin ánimo de lucro y que gozan del respaldo de las organizaciones empresariales, entidades financieras, administraciones públicas en todos sus ámbitos y miles de empresas que forman parte de su capital.
Aválam, como sociedad de garantía recíproca de la Región, ha financiado desde su constitución, hace más de 38 años, cerca de 900 millones de euros en más 90.000 operaciones de financiación en términos muy competitivos. Todas estas, en un alto porcentaje, no hubieran sido posible sin la contribución de Aválam, ayudando a la creación de miles de proyectos, más de 20.000 puestos de trabajo y un gran número de empresas, muchas de ellas referentes, actualmente, en sus respectivos sectores. Adicionalidad en la economía regional sin discusión.
Como muestra de su voluntad por seguir siendo motor imprescindible del tejido productivo y empresarial de la Región de Murcia, Aválam ha querido dar un paso más, inaugurando sus nueva sede en pleno corazón financiero de Murcia (calle Madre de Dios), unas oficinas de categoría ‘wellness’, tecnológicas, modernas y eficientes para apoyar a las empresas regionales para que puedan competir con éxito en mercados exigentes en un mundo cada vez más globalizado.
Fdo. Luis Martínez de Salas y Garrigues – Director General de Aválam
Fuente: La Verdad