Tener una empresa de servicios puede resultar una magnífica opción de mercado, pero también tiene sus contratiempos. Uno de ellos puede ser calcular los precios de los servicios, tarea complicada al tener que hacerlo de algo inmaterial. Entonces, ¿cómo fijar los precios si tienes una empresa de servicios?
En la Sociedad de Garantía Recíproca de Aválam sabemos que esto puede ser un verdadero dolor de cabeza; por eso, en este artículo hablaremos de cómo lograr este objetivo, es decir, cómo determinar los valores reales de los diferentes servicios que se tengan siguiendo una serie de consejos. Definir una estrategia clara para la fijación de precios es el paso más importante.
Consejos para fijar precios de los servicios
Fijar precios de servicios puede ser un problema. Un consejo básico es ver qué está ofreciendo el mercado. Sin duda, ser lo más objetivo posible es clave.
Costes
El primer paso para definir los precios de los servicios es analizar los costes de la venta, la distribución y la producción. Esa es la base. Una vez identificadas estas cantidades, el precio del servicio debe enfocarse en, primero, recuperar los costes, y segundo, conseguir un beneficio o rentabilidad. En este segundo aspecto, hay que añadir otros factores un tanto subjetivos, como esfuerzo, experiencia, tiempo estimado de dedicación, etc.
Demanda
Otro aspecto importante es la demanda que hay en el mercado del servicio que se ofrece. Una mayor demanda implica un mayor precio.
Competencia
Paso crucial no solo para fijar precios, sino para ser competitivo. Lo primero es analizar el mercado para ver las diferentes opciones que hay en cuanto al servicio que se desea ofrecer. Lo segundo es prestar atención a los precios que tiene la competencia, las ofertas o promociones que lanzan, etc. Una vez lista esta información, hay que valorar la calidad que tienen a la hora de brindar el servicio.
Política de precios
Establecer una política de precios también es una de las claves. Esto gira en torno al segmento del mercado al que va dirigido el servicio. Por ejemplo, hay políticas de precios bajos o altos dependiendo de la demanda del segmento al que se quiere llegar, la localización geográfica, etc. Tener una política clara y transparente dará más confianza en el consumidor.
¿Qué tipo de precio se quiere instaurar?
Hay diferentes tipos de precios. Guiarse por uno u otro dependerá de lo que se desee como empresa.
- Precio de prestigio: Si el servicio es de calidad y diferenciador, es decir, con un valor añadido con respecto a la competencia, un precio alto es sinónimo de prestigio. Si el objetivo es situar la empresa con esa imagen, puede ser la estrategia acertada.
- Precio de garantía: Si el servicio que se ofrece está garantizado, es decir, si se puede garantizar un nivel determinado del servicio que se ofrece, es posible que el cliente pague un poco más, incluso más que a la competencia. Esta oferta garantizada también deja huella en el prestigio.
- Precio de atracción: Lanzar un precio bajo para captar clientes es también una opción. En este caso, se apuesta por el volumen de ventas.
- Precio óptimo: servirse de los consejos anteriores para fijar precios óptimos que vayan de acuerdo con la calidad de lo que se ofrece, ni más ni menos.
- Precios conjuntos: Ofrecer paquetes de servicios a un precio mejor de manera individual, es decir, apostar a la contratación de varios servicios para obtener más ventas ajustando los precios.
El problema de cómo fijar los precios si tienes una empresa de servicios puede verse resuelto siguiendo estos consejos. Finalmente, la subjetividad de un servicio puede servirse de aspectos objetivos, como precios de competencia, políticas y costes, por ejemplo. Tener una estrategia es el paso más importante para lograr el acometido.
