- La inflación va desde el 6,8% de Francia al 23,2% de Estonia
- En España se situaba en el 10,3%
La inflación es la gran amenaza para las economías avanzadas actualmente. Durante el mes de agosto, el IPC medio se situó en un histórico 9,1%, que aún no ha alcanzado su techo según las principales consultoras.
Lo cierto es que esta cifra no refleja la realidad de muchos países, que distan mucho de ese valor y que tiene gran repercusión en los precios de bienes y servicios. Pese a que la Eurozona tiene una política monetaria común orquestada por el Banco Central Europeo, los índices de inflación varían desde el 6,8% de Francia hasta el 23,2% de Estonia, pasando por el 10,3% de España.
La explicación tiene como base que la zona euro está compuesta de economías muy heterogéneas, con diferentes ponderaciones en el IPC y con distintos mecanismos internos a la hora de trasladar los costes al consumidor final.
Pandemia Covid-19
Las causas que influyen en la tasa de inflación de cada país son múltiples.
La primera es la diferencia de impacto que provocó la pandemia de la Covid-19, que derivó en deflación a muchos países. Si posteriormente se produjo un incremento de los precios, como el cálculo del IPC se basa en la variación con el año anterior, puede provocar que los porcentajes se disparen a valores más impactantes.
Además, cada economía nacional volvió a su normalidad en diferentes periodos, por lo que hacer un cálculo en igualdad de condiciones puede resultar poco comparable.
Materias primas y energía
La segunda causa a analizar es el precio de las materias primas y la energía. En los últimos doce meses, la energía se ha encarecido un 40% según fuentes de la OCDE. Cada país tiene dependencia distinta de necesidad de consumo de energía, de manera que incide en su inflación. Según El Economista, el peso de la energía varía desde el 6,7% de Malta hasta el 16,2% de Letonia, teniendo en cuenta que los países del este requieren mayor demanda de energía por su clima.
También influye la dependencia que cada gobierno tiene de cada tipo de energía (renovable, nuclear, gas…) y de los planes de emergencia que hayan aplicado. Algunos han aplicado bonificación al combustible y a la electricidad.
Margen de las empresas
Otra causa es la transmisión del incremento de los costes del productor o fabricante al consumidor. Según la política de cada empresa y los márgenes que tengan y/o busquen, se traslada completa o parcialmente el encarecimiento de la producción de productos al ciudadano.
Fuente: El Economista
